Un remache es un elemento de fijación que se emplea para unir de forma permanente dos o más piezas. Las cabezas del remache tienen un diámetro mayor que el resto, para que así al introducir éste en un agujero pueda ser encajado.
Aunque se
trata de uno de los métodos de unión más antiguos que hay, hoy en día su
importancia como técnica de montaje es mayor que nunca. Los campos en los que
más se usa el remachado como método de fijación son: automotriz, electrodomésticos, muebles, hardware, industria militar, metales
laminados, entre otros muchos.
Las ventajas de las uniones remachadas son:
-Se trata de un
método de unión barato y automatizable.
-Es válido para unión
de materiales diferentes y para dos o más piezas.
-Existe una gran
variedad de modelos y materiales de remaches, lo que permite acabados más
estéticos que con las uniones atornilladas.
-Permite las uniones
ciegas (la unión cuando sólo es accesible la cara externa de una de las piezas).
Como principales inconvenientes destacar:
-No es adecuado para
piezas de gran espesor.
-La resistencia
alcanzable con un remache es inferior a la que se puede conseguir con un
tornillo.
-La unión no es
desmontable, lo que dificulta el mantenimiento.
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